Al pie de la Sierra hidalguense existe un encantador pueblo minero que vale la pena visitar. Con su majestuoso ahuehuete, la mística de su parroquia, el asombro de su gran presa, la magia de sus bosques y sus extraordinarias grutas.
Puedes degustar la barbacoa, el chicharrón y la suculenta salsa de chile rayado, disfrutando de la alegría y la calidez de su gente y escuchando un buen huapango entre los imponentes cerros.
En el kilómetro 202 de la carretera México-Laredo se encuentra ubicado Zimapán, “Capital Minera”, llamado así, no solo por la riqueza en las entrañas de sus tierras y su bonanza en la época de la Colonia, sino también por ser el lugar de descubrimiento del Vanadio en 1830.