Huejutla de Reyes es el orgullo de Hidalgo. Un lugar donde auténtico folclor y vibrante cultura se unen en una fiesta de colores, aromas y sabores. Pasea por sus calles empedradas, empápate de la magia de su gente y déjate envolver por la melodia de la lengua náhuatl.
Los platillos más tradicionales de este municipio son las camitas, barbacoa de carnero, res y pollo; chicharrón de res, mole verde y rojo, mixiotes de pollo y Came de puerco. En cuanto a la bebida tradicional se recomienda el carnavalito, compuesto de tequila, jugo de naranja y canela. Entre los dulces típicos están las cocadas, palanquetas de nuez y cacahuate, acitrones y manzanas con piloncillo y coco, y embutidos de leche con nuez.
Entre la Ciudad de México y Huejutla nos separe una distancia de aproximadamente 22! kilómetros que, como hay que cruzar la Sierr Alta de Hidalgo, nos tomarán unas 6 horas de viaje en automóvil, si no hacemos escalas y 8 s se viaja en autobús.
Elaboración de diversas artesanías en barro, mimbre, palma y madera. Los pobladores también elaboran la vestimenta propia de la región huasteca como son cinturones, morrales, faldas, cintas para el cabello y coloridas blusas que con orgullo portan las mujeres.
Un festín que representa la esencia de la cocina regional. Incluye cecina de res o cerdo enchilada, enchiladas verdes o rojas, frijoles refritos, queso fresco, aguacate y nopales. Se acompaña con tortillas hechas a mano y salsa picante de chile serrano o habanero.
Queso fresco de leche de vaca, de textura suave pero firme y sabor ligeramente salado. Se consume solo, asado o como complemento en otros platillos como enchiladas y tacos.
Gorditas gruesas de maíz nixtamalizado, fritas en manteca hasta dorarse. Se rellenan tradicionalmente con frijoles refritos, queso o chicharrón prensado. Existe una versión dulce con piloncillo y anís.
Tortillas gruesas de maíz que se inflan al cocerse. Se abren por la mitad para rellenarse con chicharrón, frijoles, requesón o carne deshebrada, acompañadas de salsa verde o roja.
Tamal gigante que puede medir hasta 2 metros, envuelto en hoja de plátano. Su masa de maíz martajado lleva carne de cerdo adobada con chiles guajillo y ancho, cocinándose en horno de leña por horas. Es tradicional en festividades.
Huevo batido con chile, cebolla, ajo y a veces jamón o chorizo, cocido al vapor en hoja de plátano. El resultado es un tamal de huevo jugoso y aromático, ideal para el desayuno.
Cultivado en las zonas altas de la Huasteca, se distingue por su aroma intenso, sabor fuerte y notas achocolatadas. Se sirve negro, "de olla" (con piloncillo y canela) o con leche.