El Paraíso nació a partir del aprovechamiento de un manantial que brota a una temperatura promedio de 36 °C, los 365 días del año, que actualmente alimenta tres albercas y un chapoteadero con los poderes relajantes del agua. Sus albercas, en forma redonda y rectangular, tienen una vista enmarcada por hermosas bardas de piedra decoradas con alegres buganvilias, palmeras que dan sombra y frondosos árboles; un verdadero oasis mexicano. Se trata de un lugar ideal para desconectarte de la ciudad, darte un buen baño de sol, zambullirte en sus aguas o deslizarte en los toboganes.
La gastronomía no podía faltar en este paradisiaco lugar. La preparación del menú se fundamenta en el uso de ingredientes locales y frescos que dan como resultado sabores autóctonos y platos delicados que inspiran, haciendo un homenaje a la diversidad y riqueza cultural, siempre con el toque de casa.