Tasquillo es un destino lleno de tradición, color y bellezas naturales. Reconocido como Pueblo con Sabor, este municipio deleita a los visitantes con su exquisita gastronomía.
Uno de sus principales atractivos, es el balneario Taxidhó, con aguas termales rodeadas de paisajes semidesérticos que invitan al descanso.
Tasquillo es el equilibrio entre la cultura ancestral, hospitalidad y naturaleza.
Su nombre significa “chile no muy picoso”, caracterizado por su sabor único, resultado de la combinación de ingredientes locales y técnicas culinarias ancestrales.
Generalmente incluye chiles secos, nuez, plátano y especias tradicionales.
Uno de los platillos principales es el tradicional mole rojo con carne de pollo o guajolote y barbacoa de borrego o de chivo, salsa de shamue (chicharra de mezquite), salsa de nuez, gualumbos encebollados o a la mexicana, flor de palma en diferentes presentaciones, conejo en diversos estilos, tortitas de flor de garambullo, carne de cerdo en salsa de chile rayado con nopalitos.
Otros de los platos que merecen mención son los tamales de pescado, las verdolagas, los quelites, y los taquitos dorados. Cada año durante la Semana Santa, tiene lugar una muestra gastronómica en Santiago de Anaya, donde se presentan más de doscientos platillos típicos de la región.
El municipio de Tasquillo colinda al norte con el municipio de Zimapán; al este con el municipio de Ixmiquilpan; al sur con el municipio de Alfajayucan; al oeste con el municipio de Tecozautla.
Saliendo de la ciudad de Pachuca se toma la carretera federal 85 México-Nuevo Laredo hasta llegar a Tasquillo.
Se elaboran bellos trabajos bordados utilizando el cuadrillé, yute y manta, así como los tejidos en ayates de ixtle, cuya fibra se obtiene del maguey; también hay trabajos de palma, cestería, tallado en madera y cantera, además de telar de cintura.
Fue construido en el año 1880 y sirvió para el traslado de cargamento de plata entre la mina Real de Zimapán y la capital del país; ha sido escenario y testigo mudo de los encuentros armados revolucionarios, ya que a su alrededor se localiza el viejo cuartel militar que tenía a su cargo cuidar el traslado del mineral que pasaba por este lugar.
Se cuenta que esta zona era escenario de frecuentes asaltos a comerciantes que cruzaban hacia Zimapán. Hay quienes aseguran que todavía existen tesoros escondidos en esta zona; además fue escenario de la película Gringo Viejo.